San Rosendo, 2 de mayo de 2018; Este miércoles 2 de mayo se cumplen 60 años de funcionamiento del Liceo de San Rosendo, fecha en que se logra obtener el beneplácito del Ministerio de Educación, para que en San Rosendo funcione un Liceo Anexo al Liceo de Hombres N° 2 de Concepción, bajo cuya tutela estaba la función administrativa y pedagógica, lo que ocurre solo hasta cuarto año humanidades, (5° y 6° debía ser cursado en Concepción), señala el profesor Pedro Leiva en su reseña publicada por el Sitio Web del establecimiento.
Agrega que, fueron años difíciles, no había un edificio adecuado (por años se trabajó en el ex hospital de San Rosendo) y por otros hubo que deambular en sedes sociales y deportivas ante la destrucción de casa y edificios, por efectos del terremoto de 1960.
En el año 1966, el Liceo de San Rosendo empieza a funcionar con administración propia y emerge desde sus aulas el primer Sexto Año de Humanidades, quienes dejan para la posteridad una escultura con el busto de la insigne poetisa Gabriela Mistral, obra que se mantiene en el acceso del edificio actual, cuyos valores humanos eran asumidos por el colegio en ese entonces.
Como los aportes y ayudas de la empresa de Ferrocarriles del Estado era importante; traslado gratuito para docentes, giras de estudios, carbón para calefacción, entre otros, por años recibió el nombre de “Liceo Ferroviario de San Rosendo”.
Con la Reforma Educativa del año 1978, a este colegio se le asigna letra y número, las que fueron dadas de acuerdo a la matrícula de cada establecimiento, en el caso local, y por tener menos de 800 alumnos, se le denominó Liceo C-72.
Posteriormente, con la Municipalización de la educación en el año 1981, se fusionan las Escuelas Básicas 1142 (Ex N° 5 de Hombres) y 1141 (Ex N° 12 de Mujeres), que funcionaban en pabellones contiguos, en efecto la Escuela de Hombres se anexa a la de Mujeres, dejando un pabellón libre, al cual se traslada el Liceo desde sus antiguas dependencias usadas en las décadas de los años ’60 y ’70.
A inicios de la década de los años noventa, se permite por parte del Ministerio de Educación, que cada colegio adopte un nombre que identifique al colegio con la comunidad en que está inserto, fue así entonces como se presentó y se aceptó por el Mineduc el nombre de “Isidora Aguirre Tupper”, en honor a la gran dramaturga chilena, quien paseara el nombre de San Rosendo por nuestro país y por tantos países del mundo, al presentarse en ellos la gran obra de Teatro “La Pérgola de las Flores”.
En el transcurso del año 2014 se anexa al Liceo, la Escuela Básica “Miguel Luis Amunátegui” transformándose así en la sección Básica de Liceo “Isidora Aguirre Tupper” de la comuna de San Rosendo.
El establecimiento su identidad, ya que, para el Ministerio de Educación conserva su nombre y RBD (Rol Base de Datos), pero se transforma en una unidad educativa con alumnos desde Pre Kinder a Cuarto Año de Enseñanza Media, formando una entidad con alumnos y apoderados, muy distintos y con sus propios intereses e ideales, que es tarea nuestra poder amalgamar en un solo núcleo común.
Pero, aun así, es necesario conocer y reconocer el pasado de una escuela con un siglo de historia. Por ello cabe destacar que la escuela F-1141 “Miguel Luis Amunátegui” tuvo una vasta trayectoria; el espacio donde se ubicaba este establecimiento, en el pasado albergó a la Escuela Superior de Hombres Nº 5, con tres pabellones de madera, demolidos después del terremoto de año 1960.
Posterior a ello, entre los años 1961 y 1962, se realiza la construcción (con fondos de la Alianza para el Progreso provenientes del gobierno de Estados Unidos de América para la reconstrucción de las provincias afectadas por los sismos de 1960), de un edificio de sólida estructura con dos pabellones contiguos para albergar a las dos escuelas primarias existentes en la comuna en aquel entonces, la Escuela Superior de Mujeres N° 12, la que hasta antes de la catástrofe funcionaba en una vieja estructura de madera en calle Baquedano Nº 89, construida a comienzos del siglo XIX y la Escuela Superior de Hombres N° 5, funcionaba en tres pabellones de madera en el mismo terreno reconstruido.
No fue sino hasta en el año 1991 que la “Escuela Básica F-1141” adopta un nuevo nombre en honor al historiador y político chileno Miguel Luis Amunátegui. Veinte y tres años después, empieza a funcionar bajo el alero del Liceo local, ya no como escuela propiamente tal, sino como sección básica de un renovado establecimiento educacional, Liceo “Isidora Aguirre Tupper”, concluye la reseña el profesor Pedro Leiva Conejeros.